VIDA ACTIVA es un programa enfocado en la prevención y el cuidado de la salud a través de la adquisición de hábitos saludables y rutinas que fomentan el bienestar partiendo de actividades que implican movimiento, adaptadas a las características e intereses de los participantes, y desarrolladas en grupo.
La esperanza de vida de las personas con Síndrome de Down ha aumentado, situándose en los 60 años actualmente (Torr el al. 2010). Por otro lado, la mejora en la calidad de vida de personas con diversidad funcional ha sido, en las últimas décadas, un objetivo principal y un pilar fundamental para la creación de nuevos modelos de atención e intervención de este colectivo.
Estas dos realidades han potenciado que se investiguen diferentes alternativas para promover un envejecimiento en las mejores condiciones posibles. En este sentido, las actividades de ocio suponen una estrategia y una herramienta valiosa que permite abordar, de forma completa, aspectos relacionados con la salud física, el funcionamiento cognitivo, el bienestar emocional, las relaciones sociales, la autodeterminación, y, por lo tanto, lograr una mejor percepción acerca de la propia calidad de vida.
Basándonos en la teoría de los factores, dimensiones y escala de Calidad de vida de Verdugo y Shalock, utilizada en el diseño de las Planificaciones Centradas en la Persona de Down La Rioia, el programa VIDA ACTIVA aborda de forma directa la dimensión de bienestar físico; y de forma transversal las dimensiones de bienestar emocional, autodeterminación, inclusión social y relaciones interpersonales.
Mantener unos hábitos de salud y rutinas de ejercicio físico suponen un factor de protección frente al deterioro cognitivo favorecido por el proceso de envejecimiento precoz de las personas con Síndrome de Down. Si estas rutinas se desarrollan en grupo, en el que la interacción social y participación en las decisiones son fundamentales, mantendremos también unos deseables parámetros de participación social en este colectivo. Ya no sólo se trata de evitar el aislamiento social sino de compartir hábitos saludables y lúdicos con compañeros, voluntarios y monitores, mejorando la salud física y psicológica.
Diversos estudios concluyen que las actividades deportivas suponen estrategias que mejoran la autopercepción, la salud, la autodeterminación y la participación social y comunitaria de las personas con diversidad funcional asociada a discapacidad intelectual.
OBJETIVOS DEL PROGRAMA.
- Incorporar estrategias y acciones que mejoren el estado físico, emocional y el proceso de envejecimiento de las personas con discapacidad intelectual.
- Mejorar la inclusión y la participación social.
- Potenciar el ejercicio de la autodeterminación, recibiendo los apoyos necesarios.
- Potenciar el desarrollo de aspectos cognitivos.